Lucky, el peludito que llegó a Bomberos para quedarse

En la estación de La Romelia está Sasha, una peluda que llegó hace cuatro años y que acompaña a las unidades durante sus jornadas

Era un sábado; las unidades se encontraban realizando sus actividades, cuando alguien se acerca a la puerta principal. Es un señor, nuestro operador lo atiende; no pregunta por nadie en especial, simplemente pide hablar con un bombero.

El ciudadano comienza a contar que tiene a su mascota hace unos meses, pero dónde está no la puede cuidar, así que está buscando alguien que lo quiera adoptar. Pregunta si los que están presentes saben de alguien, a lo que le responden que no.

Sin embargo, al ver al cachorro, los muchachos comienzan a jugar con él; tiene tres meses, su pelo es blanco con negro, refleja su inocencia en su mirada.

Las unidades se reúnen y entre ellos comienzan a analizar la posibilidad de dejarlo en la estación o que alguno de ellos lo adopte. Finalmente, hablan con la comandante Teniente Lina María Marín Rodríguez, para que sea ella quien defina si se puede quedar.

Todos llegan a un acuerdo: será la nueva mascota de la estación ubicada al respaldo de Makro, su nombre era Floky pero los bomberos decidieron cambiarlo por Lucky, pues en inglés significa “suerte”. Ahora Lucky es el consentido del cuartel; todos se preocupan por su comida, su lugar dónde dormir, y de su entrenamiento en cosas tan sencillas como sentarse y dar la patica.

Para la bombera Ana Ibarra, el peludito es una gran compañía, afirma que “cuando quedamos solos en la estación él nos acompaña; es muy juicioso y se ha adaptado fácil a todos, ya que llegan y lo contemplan mucho. Es un loco porque es un cachorro, siempre juega y es muy tierno. Entre todos lo estamos amaestrando”.

Así mismo lo hizo la comandante, quien reunió a todo el personal para pedir que se responsabilizarán de la mascota y agregó: “yo amo mucho a los animales y me duele que algo les pase, por eso quiero que donde estén, se sientan bien y tengan lo que necesitan. Es así como Lucky tendrá una familia muy grande”.

La historia de Sasha

La mamá de Sasha está en la Estación de Bomberos de Santa Rosa de Cabal; ella llegó al cuartel en el 2016, de tres meses. Es un de raza pastor ovejero, por lo que es muy grande y peluda.

La bombera Ibarra contó que “al principio fue muy difícil porque se volaba de la estación; tuvimos que enseñarla y educarla, pero a medida que ha ido pasando el tiempo, se ha ido acostumbrando y está aprendiendo”.